Constructores De Puentes

Dios hizo un puente para unir el cielo con la tierra cuando su Hijo se encarnó en el seno de María. Dios es un pontífice, es decir, un gran constructor de un puente.

A nosotros, cuando fuimos bautizados, se nos dio también la tarea pontifical para construir puentes. Y en verdad, me entusiasma esta tarea, porque no hay algo más hermoso que dedicarse a tender puentes hacia los hombres y hacia las cosas. Mientras muchos construyan barreras y zanjas, nosotros debemos ser pontífices. Hacer puentes y sobre todo, hacer de puente, es tarea muy dura y que no se hace sin mucho sacrificio.

Un puente, por de pronto es alguien que es fiel a dos orillas, pero que no pertenece a ninguna de ellas. Así, cuando a un sacerdote se le pide que sea puente entre Dios y los hombres, se le está obligando a ser un poco menos hombre, a renunciar provisionalmente a su condición humana, para intentar ese duro oficio de mediador y de transportador a otra orilla.

El puente no pertenece por entero a ninguna de las dos orillas y tiene que estar firmemente asentado en las dos. Ser puente es renunciar a la libertad personal. Es caro ser puente, ya que fundamentalmente es alguien que soporta el peso de todos los que pasan por él.

Hay que construir puentes de oración para llegar hasta Dios.

Hay que construir puentes hacia el interior de nosotros mismos cada día para conocernos y aceptarnos mejor.

Construir puentes en el hogar para mejorar relaciones y puentes que nos lleven a los que nos necesitan.

 

 

El Puente Divino

Un anhelo ferviente hay en mi pecho
Que sólo tú conoces, Oh Señor
El anhelo de ser toda mi vida
Un puente entre las almas y tu Amor
Un puente que partiendo de la nada
Llegue a la orilla de tu eternidad
Un puente al que todos pisar puedan
En busca de tu Amor y tu Amistad
No importa que el dolor de mil pisadas
Marquen en mí huellas ensangrentadas
Yo sólo quiero ser Puente Divino
Y que seas tú el final de este camino
Señor, haz que este puente no se rompa
Mientras pueda servir a mis hermanos
Y cuando nadie ya lo necesite
Destrúyelo a tu antojo entre tus manos