Un Hermoso Poema: La Asunción De La Virgen Maria
La Virgen espera tendida en su lecho Con gran Amor la reciba su Hijo Los apóstoles no pueden ocultar su desolación. Y a los pies de la cama imploran su bendición. La Madre los calma y les dice con gran emoción.
Amados hijos, ¿crees que os voy a olvidar? ¿Os ha olvidado vuestro Señor… y mío? ¿No estaré más cerca, para vuestra intercesión? Intercederé por todos, con todo el amor de mi Corazón. proclamar que mi hijo, es El Rey y Señor, y no hay otro.
Con detalle os lo enseñó, con su Vida, con su Muerte en Cruz, y su Sangre. Haced lo que Él os diga, escucharlo, y obedecer. Evangelizar todos los pueblos, para salvar a mis hijos. El Espíritu Santo os guíe, como lo hizo con migo.
Me anonade del Portento, y la Grandeza. De la sublime, transcendencia. Qué el Padre, nos envió Quedando mi Alma con una gracia singular… No habiendo otra igual, en toda la humanidad. Al Ensalzarme, a tanta Gracia y Dignidad.
Bendito sea, mi Padre y mi Señor, alabado por toda la Eternidad. Subo entre Querubines, a la Casa de Dios, mi Hijo sale al encuentro… Con toda su Majestad, al encuentro, de su Madre, y la Esclava del Señor. La Bienaventurada… ¡Inmaculada Concepción!.
Mercedes Ramos