La primera dijo: ¡Yo soy la PAZ!

Pero las personas no consiguen mantenerme, creo que me voy a apagar.

Y disminuyendo su fuego rápidamente se apagó por completo.

 

Dijo la segunda: ¡Yo soy la FE!

Lamentablemente a los hombres les parezco superflua, las personas no quieren saber de mi

¡No tiene sentido permanecer encendida!

Cuando termino de hablar, una brisa paso suavemente sobre ella y se apagó.

 

Desconsolada y triste se manifestó la tercera vela: ¡Yo soy el AMOR!

No tengo fuerzas para seguir encendida, las personas me dejan a un lado y no comprenden mi importancia, se olvidan hasta de aquellos que están muy cerca y no hay caridad.

Y sin esperar más, se apagó.

 

De repente, entro una cuarta vela y vio las tres velas apagadas y dijo: Pero... ¿qué es esto?

¡Deberían estar encendidas hasta el final!

La cuarta vela dijo: ¡No tengan miedo! Mientras yo tenga fuego, podremos estar encendidas ¡Yo soy la ESPERANZA! Y encendió a las otras velas.

 

 

¡QUE LA ESPERANZA NUNCA SE ACABE DENTRO DE NOSOTROS!

¡Y QUE CADA UNO SEPAMOS SER LA HERRAMIENTA QUE LOS DEMÁS NECESITAN PARA MANTENER, LA FE, LA ESPERANZA, EL AMOR Y LA PAZ!

 

(Reflexiones católicas)