El Señor Ha Hecho En Mi Maravillas
(Lc 1,46-56)

Así dice el Señor tu Dios: “No temas, que yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre. Tu eres mío, Si pasas por las aguas yo estoy contigo, si por los ríos no te anegarán. Si andas por el fuego no te quemarás…” (Is 43,1-2)

 

¿imaginas que alguien conoce tus secretos y tus ilusiones? Alguien conoce tus esperanzas y tus ideas, tus vacilaciones y tus convicciones.

Alguien sabe de qué eres capaz, todo lo bueno que puedes hacer, y también todo lo malo.

Alguien sabe lo que piensas cuando estas solo, pero no es un intruso o un inquisidor para inquietarte. Sabe lo que no le dirías a nadie más, pero no te juzga en función de eso. Sabe cuáles han sido tus errores, hasta de aquello de que te avergüenzas, y sin embargo cuando te mira ve a alguien profundamente digno y bueno. Ve lo bueno, lo noble, lo más humano que hay en ti, y se alegra contigo por ello.

Hay un Dios que, de alguna manera está dentro de ti, y te llama por tu nombre, como eres, sin exigencias, sin reproches ni falsas alabanzas, con unos brazos siempre abiertos.


(Del itinerario de iniciación y profundización en la experiencia de Dios, espiritualidad de San Ignacio)