See other templates

 

El Siempre Es Primero

Iba a ponerme en camino, cuando ya venías tú hacia mí.

 

Quería yo correr hacia ti, pero vi que corrías a encontrarte conmigo.
Yo deseaba esperarte, pero supe que me estabas esperando.
Deseaba buscarte, y vi que estabas tú en mi búsqueda.
Llegué a pensar “eh, ya te he encontrado”, pero me sentí encontrado por ti.
Cuando yo quería decirte “Te amo”, te oí decirme “cuanto te quiero”.


Yo quería elegirte, y ya me habías elegido Tú.
Yo quería escribirte, cuando tu carta llegó a mis manos.
Deseaba vivir en ti, y te descubrí viviendo en mí.
Iba a pedirte perdón, pero tuve la certeza de que me habías perdonado.
Quería ofrecerme a ti, cuando recibí el don entero de ti mismo.
Anhelaba ofrecerte mi amistad, y recibí el regalo de la tuya.

 

Yo quería llamarte “Abba, Padre”, y te adelantaste a decirme “hijo mío/hija mía”
Yo quería desvelarte toda mi vida interior, y te encontré revelándome las profundidades de tu ser.
Deseaba invitarte al corazón de mi vida, y recibí tu invitación para entrar en la tuya.
Deseaba regocijarme de haber vuelto a ti, y te sentí regocijado por mi entorno.

Dios mío, ¿Seré yo alguna vez el primero?

 

 

(Del itinerario de iniciación y profundización en la experiencia de Dios, espiritualidad de San Ignacio)

 

 

 

 

002169652

Te esperamos en el Centro Loyola

Actividades del Centro Loyola

Volver