Padre En La Acogida
Esta semana continuamos con otra característica que distingue a nuestro querido San José, hoy veremos cómo es Padre en la acogida.
José acogió a María sin poner condiciones previas. Confió en las palabras del ángel. “ La nobleza de su corazón le hace supeditar a la caridad lo aprendido por la ley; y hoy, en este mundo donde la violencia psicológica, verbal y física sobre la mujer es patente, José se presenta como figura de varón respetuoso, delicado que, aun no teniendo toda la información, se decide por la fama, dignidad y vida de María. Y, en su duda de cómo hacer lo mejor, Dios lo ayudó a optar iluminando su juicio”.
Muchas veces ocurren hechos en nuestra vida cuyo significado no entendemos. Nuestra primera reacción es a menudo de decepción y rebelión. José deja de lado sus razonamientos para dar paso a lo que acontece y, por más misterio que le parezca, lo acoge, asume la responsabilidad y se reconcilia con su propia historia.
José no es un hombre que se resigna pasivamente. La acogida es un modo por el que se manifiesta en nuestra vida el don de la fortaleza que nos viene del Espíritu Santo. Solo el Señor puede darnos la fuerza para acoger la vida tal como es, para hacer sitio incluso a esa parte contradictoria, inesperada y decepcionante de la existencia.
La acogida de José nos invita a acoger a los demás, son exclusiones, tal como son, con preferencia por los débiles, porque Dios elige lo que es débil.