Aceptar significa que la realidad es algo que me ha sido dado, es recibir la providencia de Dios (mirada amorosa de Dios sobre todo lo mío) Sabiduría 14,3-4 Solamente se puede amar una realidad cuando se la acepta como es.

Puedo pretender que la realidad sea mejor, pero el punto de partida es la aceptación de ella tal como es… Sólo cuando se aceptan las cosas, las personas, tal como son, y al mismo Dios como se nos presenta… sólo entonces tendremos la posibilidad de mejorar y cambiar.

Aceptación de mí mismo, ahora. Mi yo único, psicológico, espiritual… mi yo histórico.

Con frecuencia las dificultades que encuentro, me parecen ataduras para avanzar… frustraciones que yo me he imaginado, resentimientos que he fomentado no me ayudan a caminar y quejarme de ellas no arregla las cosas… Dios hace nuevas todas las cosas Is.43,18-19.

Acoge todo esto… y sé libre ante ellas. Reconcíliate contigo mismo y comienza a ver con mirada positiva. Toma conciencia de tu cuerpo, de tu inteligencia, de tu voluntad… también de tus sentimientos y agradece todo lo que has recibido.

Al acabar el día recuerda todo lo que has vivido y da gracias a Dios por todo ello