Segundo Domingo Del Tiempo Ordinario

19 de Enero de 2019

TEXTOS BIBLICOS PARA LA LITURGIA EUCARÍSTICA

Las tres lecturas bíblicas de este Domingo se centran en el testimonio sobre Jesucristo. A la palabra de Dios en favor de su Siervo, y la confesión de Pablo que se proclama apóstol de Jesucristo, se suma el testimonio de Juan el Bautista sobre Jesús “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.

 

ORACION

Oh Dios, que tanto amas al mundo hasta el punto de entregar a tu propio Hijo, congregados con tu ayuda ante esta luz de Cristo, te pedimos que ilumines con su esplendor a todos los que sufrimos las heridas del pecado, y que nos muestres con su luz que sufrimos las heridas del pecado, y que nos muestres con su luz el camino de la vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen

 

PRIMERA LECTURA: Is 49:3, 5-6

Dios nos dice a cada uno de nosotros: “Te hago luz de las naciones para que seas mi salvación”. Leamos la lectura del profeta Isaías y pidamos la gracia de ser luz para tanta gente que aún vive en la oscuridad del pecado y la desesperanza.

 

SALMO RESPONSORIAL: Sal 40:2 y 4, 6,10

R/ AQUÍ ESTOY, SEÑOR, PARA HACER TU VOLUNTAD

 

  1. Esperé confiadamente en el Señor: 

    él se inclinó hacia mí 
y escuchó mi clamor.
    
Puso en mi boca un canto nuevo,
    
un himno a nuestro Dios. 
Muchos, al ver esto, temerán. /R

     
  2. Y confiarán en el Señor.
Tú no quisiste víctima ni oblación;
    
pero me diste un oído atento; 
no pediste holocaustos ni sacrificios,

    entonces dije: «Aquí estoy».
En el libro de la Ley está escrito. /R
     
  3. Lo que tengo que hacer: 
yo amo, Dios mío, tu voluntad, 
y tu ley está en mi corazón».

    Proclamé gozosamente tu justicia 
en la gran asamblea; 

    no, no mantuve cerrados mis labios,
Tú lo sabes, Señor. /R

 

SEGUNDA LECTURA: 1 Co 1:1-3

Pablo se proclama apóstol de Jesucristo, portador de gracia y de paz. Estas palabras son el saludo de todo testigo de Jesús; de toda comunidad que vive en si la alegría de su elección.

 

ACLAMACION DEL EVANGELIO Jn 1:14,12

Aleluya, aleluya La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros. A cuantos la recibieron, les dio poder para ser hijos de Dios. Aleluya.

 

EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN Jn 1:29-34

San Juan Bautista proclama que Jesús es el salvador del mundo. Este es el mismo testimonio que nosotros debemos dar con nuestras palabras y con nuestras acciones: que Jesús es la salvación del hombre, que en Jesús esta todo lo que el hombre necesita para vivir plenamente.

 

 

TEMA: «Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad »

 

Acabadas ya las fiestas navideñas y celebrado el Bautismo de Jesús con aquellas palabras de fuerza: “Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto”, nos disponemos para hacer camino ESCUCHÁNDOLE, para SER SUS DISCÍPULOS. Al estilo de María y de los apóstoles que verán los “signos” de Jesús e interiorizan su mensaje. Así, irá naciendo la FE en Jesús. Él es el signo definitivo.




En este segundo domingo del Tiempo Ordinario, el mensaje está lleno de esperanza y sigue presentándonos a Jesús. En la primera lectura, se nos dirá: “Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso”; en el evangelio, será el mismo Juan, el Bautista, quien afirmará: “Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.




Siguiendo la línea del domingo pasado, la liturgia nos sigue aclarando quién es este “predilecto de Dios”, que ha sido bautizado en el Jordán y a quien merece la pena escuchar; Él mismo empezará a hablarnos en cualquier momento y sabremos con fidelidad su modo de entender la vida, su comprensión de Dios, de la oración, de la fraternidad…




Todo este mensaje nos pone a los creyentes en actitud de ACOGIDA, de ESCUCHA ante el acontecimiento de Jesús, a fin de interiorizar aquello que nos va proponiendo y ofreciendo. De esta forma, Él nos irá CONFIGURANDO para ser continuadores de su obra; esto es, del proyecto de Dios.

¡Dichosos y dichosas quienes se proponen
 ESCUCHAR a Jesús para SEGUIRLE!