Jesucristo Rey Del Universo

 

20 De Noviembre

 

David, elegido ray, que reúne y conduce a su pueblo, es figura de Cristo, que en el misterio de la cruz reúne a toda la humanidad y la guía a la salvación. Pablo nos dice que el reino de Cristo tiene su fuerza en la debilidad de la cruz. Nosotros con la liturgia, nos proponemos a anunciar y trabajar por ese Reino.

 

ORACIÓN COLECTA

Oh Dios, padre nuestro, que nos has mostrado a Jesús, clavado en la cruz, como salvador de todos los hombres, haz que, celebrando hoy esta fiesta, comprendamos de corazón que Jesús crucificado es el portador de la paz para el mundo y germen de una nueva humanidad. Por Jesucristo nuestro Señor.

PRIMERA LECTURA: 2 Sam 5:1-3

David, un pastor de ovejas, es ungido rey de todas las tribus de Israel. David es imagen de Jesús, al que el mundo despreció y Dios ungió como Rey del universo.

SALMO RESPONSORIAL
R/ VAMOS ALEGRES A LA CASA DEL SEÑOR.

Me puse alegre cuando me dijeron:
“!Vamos a la casa del Señor!”
Ahora nuestros pasos se detienen
Delante de tus puertas Jerusalén.

Allá suben las tribus, las tribus del Señor,
La asamblea de Israel,
Para alabar el Nombre del Señor.
Pues allí están las cortes de justicia,
Los ministerios de la casa de David.

SEGUNDA LECTURA: Col 1:12-20

Jesús nos a perdonado y nos ha mostrado el camino de la santidad. Nuestro trabajo es andar pacientemente este camino trabajando y rezando para hacer realidad el Reino de los Cielos.

 

ALELUYA

Aleluya, aleluya.
Bendito el que viene en nombre del Señor; bendito el reino que llega, el de nuestro padre David.

Aleluya, aleluya.


EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS: Lc 23:35-43

Meditemos la lectura de San Lucas y mirando a Jesús en la cruz, pidamos la gracia de entender en qué consiste la verdadera grandeza a los ojos de Dios.

 

La Fiesta De Hoy

 

Jesús nos transmite un mensaje sobre el amor a los enemigos. Un mensaje que no queda en meras palabras. En el evangelio de hoy se convierte en una acción ejemplar para el creyente.

El buen ladrón ha sabido leer los signos de los tiempos y reconoce en el Crucificado al Mesías. Entiende que su señorío lo ejerce desde el perdón, y que este perdón es rehabilitador. Comprende que el tiempo de Dios no coincide con el tiempo del ser humano, y que también la cruz es lugar de salvación.

Nunca es tarde, recuerda Lucas, para incorporarse al camino del Evangelio. Cualquier día, cualquier momento, puede ser el hoy de la salvación.
 


 

 

(Tomado de la hoja dominical)