See other templates

 

Semana Santa 2024

Vigésimo noveno domingo del
tiempo ordinario (A)

22 de octubre de 2017

TEXTOS BIBLICOS PARA LA LITURGIA EUCARÍSTICA

Muchas veces hacemos de la historia del mundo una historia laica, sin Dios, pero el profeta nos dice que es él quien la conduce. La sociedad es el campo en el que todo hombre vive con sus obligaciones y responsabilidades, pero es de Dios del que se han de conseguir los valores de fe, esperanza y caridad que nos hagan ser ciudadanos del cielo y de la sociedad, al mismo tiempo que proclamamos nuestra fe.

 

ORACION

Oh Dios, que gobiernas todo el universo orientando a todos los hombres a la salvación, bendice esta asamblea en la que tu pueblo te alaba gozoso. Graba fuertemente en nuestros corazones que solo tú eres el Señor, y ábrenos a tu palabra salvadora. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

 

PRIMERA LECTURA: Is 45:1, 4-6

Ciro es un rey extranjero, y el profeta le llama “Ungido” ya que por medio de él alcanzará Israel la liberación de la cautividad en Babilonia. Dios es el Señor de la historia que la conduce adonde quiere y para ello se sirve incluso de quienes no le conocen. Los caminos del Señor son incomprensibles. 

SALMO RESPONSORIAL: Sal 96: 3-4, 7-8, 9 y 13

R/ ACLAMAD LA GLORIA Y EL PODER DEL SEÑOR.

  1. ¡Canten al Señor un canto nuevo,
    Cante al Señor toda la tierra!
    Cuenten su gloria a las naciones
    Y a todos los pueblos sus maravillas. R/
     
  2. Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza,
    Más temible que todos los dioses.
    Pues son nada esos dioses de los pueblos,
    Mas el Señor es quien hizo los cielos. R/
     
  3. Ríndanle al Señor tribus y pueblos,
    Ríndanle al Señor gloria y poder.
    Ríndanle al Señor la gloria de su nombre,
    Traigan la ofrenda y entren en su templo. R/

 

SEGUNDA LECTURA: 1 Ts 1:1-5

La proclamación del Evangelio no depende sólo de nuestra capacidad para hacer buenos discursos; es necesaria la fuerza del Espíritu que transforme nuestras pobres palabras en palabras de vida. Pablo alaba el espíritu de los de Tesalónica.
 

Aleluya Flp 2:16,15

Aleluya, aleluya.
Brilláis como lumbreras del mundo, mostrando una razón para vivir. Aleluya

 

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO Mt 22:15-21

El hecho de ser cristianos no nos exime de nuestras obligaciones sociales y políticas. Sin embargo nuestro trabajo y nuestras obligaciones en la sociedad en la que vivimos no deben hacernos olvidad las obligaciones que también tenemos respecto de Dios. Hay que dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. 

 

TEMA: “DAD AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR A DIOS LO QUE ES DE DIOS”


Esta frase del Evangelio de este domingo es el centro del mensaje de Jesús, que separa “política y religión”. Hay que pagar tasas al Estado, cumplir con los preceptos del ciudadano: “dar al César lo que es del César”, pero si somos hechos “a imagen y semejanza de Dios”, nosotros – como tal – debemos dar a Dios nuestro respeto, fe, reverencia, alabanza, amor de hijos, imitando a la “imagen perfecta” de Dios Padre, que es Jesucristo nuestro Señor. 


  Creo que este es el mensaje de este domingo. 


  Ya en la primera lectura se exalta por así decir la figura de Ciro, el Emperador que derrotó el poder de Babilonia, diciendo en boca de Dios por medio del profeta Isaías: “Así dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano...te llamé por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías”...


  Y en el Evangelio, con esa pregunta trampa de los Fariseos de si hay que pagar o no el tributo a Roma, Jesús pide que le enseñen una moneda: un denario en el que estaba esculpida la cara del César de Roma, y dice que le den a él lo que es de él, pero a Dios lo que es de Dios. Los fariseos se debieron quedar sin palabra ante tal sabiduría de Jesús. Ellos creían que si decía que no hay que pagar al César, porque Israel sólo tenía a Dios como Dueño Supremo, entonces le podían acusar ante los Romanos. Y si Jesús decía que sí, que debían pagar los tributos a Roma, entonces era traidor a su pueblo de Israel. ¡Jesús estaba en sus manos! Pero la sabia respuesta de Jesús, los acalla. Y con ella nos está diciendo a todos que “somos imágenes de Dios”, que por lo tanto le debemos esa gratitud de hijos y seguir a Jesús la imagen perfecta puesta ante nuestros ojos y en nuestro corazón, si es que creemos en él. Pero como dijo Jean Cardonnel (1921-2009), un famoso dominico francés que fue de misionero y profesor de teología al Brasil: “cuando la masa de los hombres ha sido desfigurada para que nadie pueda ver a quien podría asemejarse, entonces, al caer de repente en la cuenta, esto modifica la existencia y turba la tranquilidad. Restituye a cada hombre su imagen y semejanza creadora con el Creador. Porque la imagen y semejanza creadora de cada hombre con el Creador ha sido robada por los dueños del mercado”.


  También San Antonio de Padua (1195-1231) en un sermón dijo:

 

De la misma manera que esta moneda de plata lleva la imagen del César, igualmente nuestra alma es imagen de la Sma. Trinidad...impresa en nuestra razón...El rostro de Dios es nuestra razón, porque de la misma manera que se conoce a alguien por su rostro, así conocemos a Dios por el espejo de la razón. Pero esta razón ha sido deformada por el pecado del hombre...La gracia de Cristo ha reparado nuestra razón...Toda la Trinidad ha hecho al hombre según su semejanza. Por la memoria, se asemeja al Padre; por la inteligencia se asemeja al Hijo; por el amor, se asemeja al Espíritu...Por eso el Señor dice: Dad al César lo que es del César, como si dijera: De la misma manera que devolvéis al César su imagen, así también devolved a Dios vuestra alma revestida y marcada con la luz de su rostro”. 


  Es lo que S. Pablo escribe a los Tesalonicenses, en la segunda lectura de este domingo. Les alaba porque actúan “como imágenes de Dios en Jesucristo”: “Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza, en Jesucristo nuestro Señor”.


Quiero terminar con una poesía de Amado Nervo (1870-1919), poeta mejicano que canta:


¿CÓMO ES?

¿Es Dios personal?
¿Tiene forma?
¿no tiene forma?
¿Es esencia?
¿Es substancia?
¿Es uno?
¿Es múltiple?
¿Es la conciencia del universo?
¿Es voluntad sin conciencia y sin fin?
¿Es todo lo que existe?
¿Es distinto de todo lo que existe?
¿Es como el alma de la naturaleza?
¿Es una ley?
¿Es simplemente la armonía de las fuerzas?
¿Está en nosotros mismos?
¿Es nosotros mismos?
¿Está fuera de nosotros?
¿Es impersonal?
Alma mía, hace tiempo
que tú ya no te preguntas
estas cosas.
Tiempo ha que estas cosas
ya no te interesan.
Lo único que tú sabes
es que le amas.
 

j.v.c.

 

002144202

Te esperamos en el Centro Loyola

Actividades del Centro Loyola

Volver