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Semana Santa 2024

Segundo Domingo De Pascua
Domingo De La Divina Misericordia

28 de abril de 2019

TEXTOS BIBLICOS PARA LA LITURGIA EUCARÍSTICA

Cristo resucitado se hace presente a los suyos y les da la misión de ir por todo el mundo. Ellos realizan prodigios, signos de la presencia de Cristo entre ellos y que mueven a la fe. Juan nos presenta al Resucitado por encima de los poderes del mal de la muerte.

 

ORACION

Dios de infinita misericordia, tú, con el retorno anual de las fiestas pascuales, reanimas la fe de tu pueblo. Acrecienta en nosotros los dones de tu gracia, para que podamos comprender mejor la inestimable riqueza del Bautismo que nos ha purificado, del Espíritu que nos ha hecho renacer, y de la Sangre que nos ha redimido. Amen


PRIMERA LECTURA: Hch 5:12-16

El poder de los apóstoles es la prueba de que Jesús ha resucitado y sigue obrando en el mundo. Nosotros debemos ser también signos de la presencia de Cristo Resucitado, que sigue curando, perdonando y dando fuerza a sus hijos.


SALMO RESPONSORIAL: Sal 22:8-9, 17-18, 19-20, 23-24.

R/ DAR GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO, PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA


1. Que lo diga Israel:
¡su bondad es para siempre!
Que lo diga la casa de Aarón:
¡su bondad es para siempre!
Que digan los que temen al Señor:
¡su bondad es para siempre! R/

2. La piedra rechazada por los maestros
Pasó a ser la principal;
Ésta fue la obra del Señor,
No podían creerlo nuestros ojos.
¡Este es el día en que actuó el Señor!
¡Gocemos y alegrémonos en él! R/

3. ¡Danos, oh Señor, la salvación,
¡Danos, oh Señor, la victoria!
¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
Desde la casa del Señor los bendecimos:
El Señor es Dios, él nos ilumina. R/


SEGUNDA LECTURA: Ap 1:9-11, 12-13, 17-19.

Cristo vive. El apocalipsis presenta por medio de símbolos el misterio de Cristo vencedor que abre a todos los hombres y en todas las épocas el camino de la vida.


ACLAMACION DEL EVANGELIO Jn 20:29.

Aleluya, aleluya.

Porque me has visto, Tomás, has creído: felices los que creen sin haber visto.

Aleluya.


EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS: Jn 20:19-31

Cristo se aparece a los discípulos llevando consigo la paz y el Espíritu Santo. También hoy Dios está presente en todo lugar en el que hay paz verdadera y el Espíritu Santo produce frutos de salvación.


28 De Abril: Segundo Domingo De Pascua
Tema: Dichosos Los Que Crean Sin Haber Visto

 

Siempre que llega este domingo centrado en la figura incrédula primero y creyente después del apóstol Tomás, me acuerdo de un debate que contemplé yo en t.v. en Inglaterra, cuando me enviaron allí para estudiar inglés antes de venir al Japón.

El debate era entre dos hombres ilustres: el ateo Bertrand Russell (1872-1970) y el jesuita Padre Frederick Copleston (1907-1994). El primero dijo que si cuando muriese se encontrara con que Dios existe, le diría que él no había creído porque las pruebas de su existencia eran muy pocas. Y en cambio, el P. Copleston le contestó que él sí había creído precisamente porque las pruebas eran pocas. ¿Qué quería decir esto? Que para creer en Dios hace falta dar un salto de amor en los brazos de Dios, y eso sólo lo pueden hacer las personas humanas, no los animales. Éstos, como los perros, por ejemplo, mueven su rabito cuando su amo está ante ellos, cuando los ven con sus ojos abiertos. Es la postura de los ateos, con perdón.

Nosotros con el P. Copleston creo que estamos de acuerdo. Creemos en Dios y en Jesucristo resucitado porque hemos dado ese salto de amor y de fe.

Tomás, llamado “dídimo” que significa “el mellizo” (tuviera o no otro hermano), era primero como los ateos que si no ven con sus ojos corporales y tocan las llagas de Jesús y meten su mano en su costado, no creen. Pero cuando Jesús le dice: “trae tu dedo, aquí tienes mis manos, trae tu mano y métela en mi costado”, Tomás se arrepiente y exclama: “¡Señor mío y Dios mío!” ...y nace así el segundo Tomás, el mellizo...Quiero decir que hay en Tomás dos seres: el incrédulo y el creyente arrepentido. Y lo que se aplica a Tomás, se aplica a todos nosotros: hay en nosotros dos personas: la incrédula y materialista que si no ve y toca no cree, y la creyente porque ama y da ese salto de amor y fe, que engendra alegría.

El Beato John Henry Newman (1801-1890) dice:

“La débil fe de Tomás, fuente de gracia para la Iglesia”

No hemos de creer que santo Tomás era muy diferente de los demás apóstoles. Todos – quien más, quien menos – habían perdido la confianza en las promesas de Cristo cuando vieron que se lo llevaban para ser crucificado. Cuando fue depositado en el sepulcro, su esperanza quedó enterrada junto con Él, y cuando les llegó la noticia de que había resucitado, ninguno de ellos se lo creyó. Cuando se les apareció, les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón. Tomás fue el último en convencerse, porque fue el último que vio a Cristo...rechazó el testimonio no de una sola persona, sino de los otros diez, de María Magdalena y de las otras mujeres. Parece que necesitaba una prueba visible de lo que es invisible, un signo infalible venido del cielo para colmar su angustia mostrándole el fin del camino en el momento de ponerse en marcha. Habitaba en él un secreto deseo de certidumbre, y este deseo surgió de nuevo ante la noticia de la resurrección de Cristo. Nuestro Salvador consiente a su debilidad, responde a su deseo, pero le dice; Porque me has visto, Tomás, has creído. Dichosos los que crean sin haber visto. Es así como le sirven todos los discípulos, con toda su debilidad, para que Él la transforme en palabras de enseñanza y consuelo para su Iglesia”.

Termino con una poesía de 1997 de José Luis Blanco Vela titulada:

NOS DIJERON DE NOCHE

Nos dijeron de noche
que estabas muerto,
y la fe anduvo en vela
junto a tu cuerpo.
La noche entera
la pasamos queriendo
mover la piedra.
No supieron contarlo
los centinelas,
nadie supo la hora
ni la manera.
Antes del día
se cubrieron de gloria
tus cinco heridas.
Si los cinco sentidos
buscan el sueño,
que la fe tenga el suyo
vivo y despierto.
La fe velando
para verte de noche
resucitado.
 

 

j.v.c.

 

 

 

 
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