Meditación Para Esta Semana
Queridos hermanos, ha nacido nuestro Salvador; alegrémonos. No puede haber lugar para la tristeza, cuando acaba de nacer la Vida; la misma que acaba con el temor de la mortalidad y nos infunde la alegría de la eternidad prometida.
Nadie tiene por qué sentirse alejado de la participación de semejante gozo, a todos es común la razón para el júbilo, porque nuestro Señor, destructor del pecado y de la muerte, como no ha encontrado a nadie libre de culpa, ha venido para liberarnos a todos.
Que se alegre el santo, puesto que se acerca la victoria. Alégrese el pecador, puesto que se le invita al perdón. Anímese el gentil, ya que se le llama a la vida.
(Del sermón de la Navidad de San León Magno)