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Primer Domingo De Adviento

 

3 De Diciembre De 2023

 

La liturgia del adviento proclama y celebra: “El Señor viene”. La espera es espera de oración, es espera de testimonio y agradecimiento por los bienes recibidos y el evangelio nos invita a una espera vigilante pues no sabemos ni el cuándo ni el cómo.
 

 

ORACION COLECTA

Oh Dios que derramas sobre nosotros la luz de la esperanza, en este comienzo del Adviento abre, Señor, los ojos de nuestro corazón, para que, sabiendo discernir tu voluntad en nuestra vida diaria, podamos vivirla siguiendo los pasos de Cristo Jesús. Por nuestro Señor Jesucristo

 

PRIMERA LECTURA: Is 63, 16-17


El profeta Isaías no enseña el camino hacia la santidad: reconocer con humildad lo que hemos hechos mal, y seguir esperando en la infinita y todopoderosa misericordia de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
R/ SEÑOR, DIOS NUESTRO, RESTAURANOS, QUE BRILLE TU ROSTRO Y NOS SALVE.

Escucha, pastor de Israel,
Que guías a José como un rebaño,
Tú que te sientas en los querubines
Resplandece ¡Despierta tu valentía, ven y sálvanos!

¡Oh Dios todopoderoso, es hora de que regreses;
Mira de lo alto del cielo y contempla,
Visita esa viña y protégela,
Ya que tu derecha la plantó!

Que tu mano apoye al hombre que hace tus obras,
Al hijo de hombre que has hecho fuerte para ti.
Ya no nos apartaremos más de ti,
Nos harás revivir y tu nombre invocaremos.

 

SEGUNDA LECTURA: 1 Cor 1, 3-9


Ser cristiano es no olvidarse nunca de los muchísimos dones que hemos recibido de parte de Dios. Ser agradecidos con Dios nos llena también el corazón de esperanza: si Dios nos ha tratado hasta ahora con tanto cariño, no hay nada que temer en el futuro.

 

ALELUYA

Aleluya, aleluya.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
Aleluya, aleluya.

 

EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS: Mc 13, 33-37


El Evangelio de San Marcos nos exhorta a la verdadera vigilancia. Vigilar es mantener la esperanza intacta; es estar siempre cerca del Mesías.

 

Adviento


El relato evangélico comienza y concluye con la misma exhortación: ¡Vigilad! Se nos invita a que esperemos alertas la venida del Señor.

Buena recomendación para estos tiempos en los que no se tiene mucha simpatía por la espera. A veces parece que esperar es sinónimo de perder el tiempo. Nada más lejos en esta actitud cristiana. Esperar es dejar confiadamente en manos de Dios nuestro futuro; es vivir con la convicción de que él va dando forma a nuestra vida con su amor misericordioso, no con nuestros temores. De este modo, sin lastres ni Complejos, estamos en una espera activa, aguardando la novedad que va a acontecer y que nos transformará junto con el mundo en el que vivimos.


 

 

(Hoja dominical)

 

 

 
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