Otros Artículos

Esperar Es Voltearse. María Magdalena

 

 

Iglesia San Ignacio

Por esto en los Evangelios, la figura de María Magdalena surge sobre todas las demás. Jesús la curó con la misericordia (cfr Lc 8,2) y ella cambió: hermanos y hermanas la misericordia cambia, la misericordia cambia el corazón y, a María Magdalena, la misericordia la recondujo a los sueños de Dios y dio nuevas metas a su camino.

 

El Evangelio de Juan narra de su encuentro con Jesús resucitado en una manera que nos hace reflexionar. Varias veces se repite que María se dio vuelta. ¡El Evangelista escoge bien las palabras! En lágrimas, María mira primero dentro el sepulcro, luego se voltea: el Resucitado no está en la parte de la muerte, sino en la parte de la vida. Puede ser intercambiado con una de las personas que encontramos cada día. Después, cuando escucha pronunciar su nombre, el Evangelio dice que nuevamente María se dio vuelta. Es así como crece su esperanza: ahora mira el sepulcro, pero no más como antes. Puede secar sus lágrimas, porque ha escuchado su nombre: solo su Maestro lo pronuncia así. Pareciera que el viejo mundo todavía estuviese, pero ya no está. Cuando sentimos que el Espíritu Santo actúa en nuestro corazón y sentimos que el Señor nos llama por nuestro nombre, sabemos distinguir la voz del Maestro.