Dios Estaba Ahí
Cuando llorabas, Él te secaba las lágrimas.
Cuando te quedaste solo, Él se quedó a tu lado.
Cuando te rechazaron, Él te comprendió.
Cuando fracasaste, nunca dejó de confiar en ti.
Cuando pediste ayuda, su mano te extendió.
Cuando te atrapó el temor, Él te llenó de valor.
Cuando te humillaron, Él recordó cómo lo humillaron.
Cuando ya no podías avanzar, Él te llevaba en sus brazos.
Cuando la carga era muy pesada, puso su hombro para llevarla.
Cuando nadie creía en ti, siguió creyendo en ti.
Cuando solo esperabas la muerte, te siguió dando vida.
Cuando viste tan lejos la meta, te llevó a ella.
Cuando se nubló tu vida, hizo brillar el sol para ti.
Padre Misericordioso,reconozco que siempre estuviste a mi lado; inclusive cuando me hallaba lejos de ti, enlodado en el pecado, tu Misericordia siempre me acompañó y me rescató.
(Del libro Camino a la Misericordia del Padre por P. David Pacheco Neyra, OFM Cap.)