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Undécimo Domingo Del Tiempo Ordinario

 

18 De Junio De 2023

 

Jesús elige a los doce con una mirada compasiva a las gentes abandonadas y extenuadas. Su ejemplo a seguir es Jesús que da la vida por la humanidad pecadora y por cada uno, abriendo las puertas a la formación de un pueblo que vive en la alianza en diálogo con su Dios.

 

ORACION COLECTA


Oh Dios, guía de nuestros pasos, tú buscas trabajadores para el evangelio de tu reino. Llénanos con tu bendición a quienes, con deseo de seguir a Cristo, estamos aquí reunidos, y fortalécenos también hoy con tu palabra. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA: Ex 19:2-6


Pueblo de Dios es el que sabe vivir en la búsqueda de salvación y de sentido en su vida. Esta respuesta y esta búsqueda es la que decide en cada momento cuál es el pueblo santo, quién es parte de ese pueblo.

 

SALMO RESPONSORIAL
R/ NOSOTROS SOMOS SU PUEBLO Y OVEJAS DE SU REBAÑO


¡Aclame al Señor tierra entera,
Sirvan al Señor con alegría,
Lleguen hasta él, con cánticos de gozo!

Sepan que el Señor es Dios,
Él nos hizo y nosotros somos suyos,
Su pueblo y el rebaño de su pradera.

¡Denle gracias y bendigan su nombre!
“Sí, el Señor es bueno, su amor dura por siempre,
Y su fidelidad por todas las edades”.

 


SEGUNDA LECTURA: Rom 5:6-11


La generosidad humana llega a dar la vida por un hombre bueno o por una causa justa. Cristo, sin embargo, dio su vida por la humanidad pecadora. Ante esa generosidad, ¿qué duda puede ensombrecer la esperanza cristiana?

 

ALELUYA


Aleluya, aleluya.
El Espíritu de la Verdad dará testimonio de mí, dice el Señor, y también vosotros daréis testimonio.
Aleluya, aleluya.

 

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO: Mt. 9:36-10;8


Jesús, desde el principio, pensó crear una Iglesia organizada. La institución de la jerarquía y de la dirección estaba impulsada por el deseo de dar pastores a un rebaño abandonado y extenuado. El sentido de servicio debe reinar hoy como entonces en la Iglesia.

 


La Piedra Preciosa

 

Es una parábola hindú. Y te la cuento porque creo que a todos nos enseña algo.


En su peregrinación, el hombre de Dios acampó a las afueras gritando: “La piedra, ¡dame la piedra preciosa!” “¿Qué piedra?” preguntó el hombre de Dios. “La noche pasada ---dijo el aldeano--- se me apareció el Dios Shiva y me dijo que a esta hora encontraría aquí a un hombre de Dios que me daría una piedra preciosa y me haría rico…” “Probablemente se refería a esta. Puedes quedarte con ella.”

 

El aldeano, loco de contento, pasó la noche dando vueltas en la cama, incapaz de dormir. Así que, al amanecer, fue a despertar al hombre de Dios, que dormía muy tranquilo, y le dijo: “Dame la riqueza que te permite desprenderte con tanta facilidad de este diamante.”


 

(Tomado de la hoja dominical)

 

 

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